Un rincón al norte de Madrid se convierte, en manos de Luis Vallejo, en un pequeño bosque japonés.
Cuesta plasmar en papel el especial magnetismo y la exquisita personalidad de Luis Vallejo. Arquitecto paisajista, casi nacido entre árboles, regenta el museo del Bonsái de Alcobendas (Madrid) y tiñe de verde los hoteles, jardines y casas de las persinalidades más influyentes de medio mundo.